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Propósito de Vida

¿Cuál es mi propósito de vida? ¿Qué hago aquí? Como criaturas de la rutina que son todos los seres humanos, existe la tendencia de caer en la repetición de las actividades que realizan sin notarlo. Por ejemplo: Una persona llega a casa después de trabajar y enciende el televisor -aunque vea algo en particular-, se da una ducha, cena algo ligero y se acuesta a dormir más o menos a la misma hora para volver a repetir el ciclo a la mañana siguiente.

Nos han criado con la idea de crecer, estudiar y trabajar; se nos dijo que así seremos gente de bien, que si estudiamos una maestría seremos exitosos en la vida y nos irá bien si nos esforzamos lo suficiente. El problema es que en todo esto nunca existió la idea de que también podíamos -es más, debíamos- buscar la felicidad.

Nos hemos concentrado tanto en repetir el ciclo que nos olvidamos de vivir y experimentar cosas nuevas. Había que copiar el modelo de aquello que representaba nuestras aspiraciones, sin darnos cuenta que somos por el simple hecho de existir. Cada uno es diferente del otro, pero nos esforzamos tanto por igualarnos a los demás que en algún punto nos perdimos a nosotros mismos.

Evidentemente, en algún punto de la vida comenzamos a preguntarnos ¿Qué hago aquí? ¿Cuál es mi propósito en la vida? Para los nacidos en los años 80 y 90 esto ocurre mayormente entre los 25 y 35 años. Y es que, sin querer, nos fuimos sintiendo solos, incomprendidos, incompletos, vacíos. Perdimos la capacidad de cambiar y de reinventarnos porque, hay que enfrentarlo, nos daba pánico ser diferentes.

¿Pero cómo?

El primer paso parece sencillo, pero en realidad es el más difícil de todos. Se trata de romper la rutina; hacer algo nuevo que no hayas hecho antes. Si no has viajado, viaja; si no has hecho ejercicio, comienza de una vez; si no has comido en un restaurante hindú, búscalo y come ahí. El objetivo es encontrar cosas nuevas que a uno le guste hacer para ir construyendo una identidad propia.

Parece difícil el cambio, sí, porque se trata de perder el miedo a intentarlo. Por naturaleza el hombre tiene miedo a lo desconocido, pero con el tiempo, y a prueba y error, se van descubriendo actividades que irán llenando los vacíos que había antes. Una vez perdido el miedo se puede intentar de todo y aprender que no tiene nada de malo y que lo peor que puede pasar es salir de ahí diciendo: “Ok, esto no es para mí”.

Albert Einstein decía que lo más difícil no es aprender algo nuevo sino desaprender lo viejo; tenía razón. Es muy difícil deshacerse de un hábito que se ha venido repitiendo por años para tomar una actividad nueva sin siquiera saber si nos gustará o no; pero como decía mi abuela: “comer y rascar todo es empezar”. Lo mismo pasa cuando queremos obtener nuevos hábitos: solo hay que empezar.

Por: Salvador Abarca S.

Referencias:

¿Cuál es tu propósito de vida? La respuesta definitiva a esta pregunta, Blázquez Guzmán Alberto, en: https://www.abcoach.es/proposito-de-vida/