Para combatir el Abuso hay que conocerlo y entenderlo. A través de este articulo podrás entender el problema. Una vez que hayas desarrollado mecanismos propios podrás ponerlos en practica.
Conocer nuestros problemas nos permite superarlos pero también ayuda a ayudar a otros.
Una persona victima de abuso no siempre tiene claro que esta siendo abusada pero alguien en su entorno lo pude identificar.
Puede parecer tarea fácil pero una vez que te encuentras en el circulo el se complica la salida.
Las victimas de este problema suelen vivir en el desconocimiento del mismo ya que han aceptado el problema dentro de su realidad.
Abuso, violencia, acoso, inseguridad, miedo, injusticia, lucha, dolor. Por desgracia, cada vez es más usual hacer referencia a estos términos cuando se habla de convivencia social, al escuchar o leer las noticias de nuestro día a día; situaciones y circunstancias que frecuentemente se normalizan y pasan como desapercibidas porque quizás “a mí no me pasa”. El problema es que sí pasa; a todos nos pasa.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OCDE] (2018), México ocupa el primer lugar mundial en abusos sexuales contra niños; dichos abusos se producen principalmente en el entorno familiar. Asimismo, de acuerdo con estudios realizados por la ONU, se estima que el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido algún tipo de abuso, mayormente ejercido por su pareja (2019).
Así como las cifras anteriormente mencionadas, se podrían seguir enumerando casos que involucran diferentes tipos de abuso en cada ámbito de nuestra vida. Pero ¿cómo saber cuándo es abuso al vivir en un entorno que lo promueve y lo practica cotidianamente?
El abuso es cualquier tipo de daño ejercido hacia una persona a través de la amenaza y la fuerza, de manera sistemática y a veces constante. Comúnmente, el abuso suele ser un factor de trauma porque se vive sin poder ser externalizado, ya sea por temor, vergüenza o ignorancia. Es decir, muchas veces la víctima es incapaz de identificarse o reconocerse como tal o de pedir ayuda, especialmente cuando el abusador es una figura “de confianza” o de apego en su entorno.
Existen diferentes tipos de abuso: físico, sexual, financiero, emocional, psicológico, tecnológico, laboral, en los cuales niñas, niños, jóvenes, hombres, mujeres y adultos mayores se ven afectados e inmersos, y casi siempre indefensos. A partir de estos tipos de abuso, ha nacido la intención de crear soluciones y detener las afecciones que generan, aunque desafortunadamente, falta mucho. Sin duda, es tarea de todos educar en conciencia, en respeto y amor para lograr una interacción donde el abuso no sea lo normal.