Por: Angélica Rangel
Seguramente recordarás que, cuando decidiste salir del clóset y revelar a los demás tu homosexualidad, la sensación de libertad fue indescriptible debido al temor inicial que tenías de poder hacerlo, pues el miedo al rechazo de tus familiares te llevó a postergar la decisión. Es por esto que cuando buscas una relación amorosa, probablemente deseas que tu pareja viva la misma normalidad de la que tú ya gozas, pero es importante tener presente que todos tenemos nuestros tiempos y vivimos nuestros procesos de diferente manera.
Quizás puedas tomar en cuenta las siguientes sugerencias si tu pareja no está en la misma situación que tú.
- Sé paciente. Ayúdale a entender que el proceso de cada ser humano en el reconocimiento de su identidad sexual es diferente, que su caso es extraordinario de alguna forma e implica mayor valentía. Al inicio provocará caos, pero poco a poco la naturalidad se irá presentando cuando la rigidez de los criterios familiares y de los grupos de amigos den paso a la aceptación de la condición sexual y se enfoquen en la esencia de la persona.
- Conversen. Mantener la buena comunicación basada en la apertura y no en el reproche les dará la oportunidad de identificar la verdadera razón que paraliza la decisión. Tristemente la homofobia y los criterios morales radicales siguen siendo patrones de conducta y estereotipos de algunas familias. El miedo a ser rechazado, golpeado o que le asignen un apodo son situaciones que dan temor.
- Evalúen qué fractura menos la relación: la causa por la que nuestra pareja no quiere revelarse o la incomodidad que implica el mantenerse en la oscuridad, y una vez que se elija una opción, se deben dejar a un lado los resentimientos, pues ambos deciden libremente.
- Aprende a acompañar en lugar de forzar. Es importante que seas empático con tu pareja en esas horas en las que se retome el tema de forma incómoda, en los momentos de lágrimas y ansiedad, y aprender a dejar los reproches a un lado para dedicarte a disfrutar su compañía.
Recordemos que todas las parejas deben trabajar en equipo y apoyarse mutuamente cuando se busca que la relación madure en el amor; sin embargo, es necesario reconocer hasta qué punto soportaremos con tal de que la relación se mantenga a flote, pues muchas veces agotamos nuestros recursos al ser pacientes, leales e incondicionales, pero nuestra pareja sigue paralizada y ningún esfuerzo da fruto. Donde ya se intentó todo, sólo queda dar las gracias.
Reconfortémonos sabiendo que nosotros no somos responsables de la incertidumbre, dudas y miedos de otros, y que el amor que tenemos hacia nuestra pareja no debe ser mayor que el que tenemos hacia nosotros. Nosotros mismos. 1